Este año en Estados Unidos va a ser posiblemente el mejor de mi vida. No tengo palabras para describir está experiencia.

Francisco Rodríguez, estudiante ICES en Athens Nueva York, nos manda una carta para contarnos su gran experiencia durante su año en Estados Unidos en este curso 2017/18.

«Llegué el 24 de Agosto y desde que he llegado lo único que ha pasado han sido cosas buenas.

Fran con su "host brother"

Fran con su «host brother»

La familia que me ha tocado vive en Athens, Nueva York, un pueblo a 30 minutos de la capital de Nueva York, Albany, y a 2 horas y media de la ciudad. No tengo ninguna duda de que tanto la zona como la familia ha sido la mejor que me podía haber tocado. Mi host dad tiene raíces alemanas e italianas, por lo que tiene una personalidad bastante «europea» y muy parecida a la mía.

Comparto una cosa con mi host mom de la que estoy seguro muy pocos exchange students habrán compartido o compartirán. ¡Cumplimos años el mismo día!.

Tienen un hijo de mi edad que le encanta el fútbol, y estuve con él en el equipo del colegio, donde conocí a mucha gente que sé que van a ser amigos para toda la vida, pero lo mejor llegó cuando me explicaron que él se apunta a un club todos los años aparte de el del colegio, con el que viajamos a otros estados o a la ciudad de Nueva York.

Ya llevamos un mes en este equipo y es algo que nunca voy a olvidar. El entrenador es de Inglaterra y tiene un acento bastante cerrado, por lo que a veces bromeamos el uno con el otro sobre eso.

Fran y su Host Dad

Fran y su «host dad»

El colegio es totalmente diferente a lo que estaba habituado en España, pero eso no implica que no me acogieran como si estuviera desde el primero. Para ser sincero, es todo como una película, tanto el colegio como el equipo de fútbol.

En el colegio a la hora de comer está el grupo de los «guays», el grupo de las chicas y los no tan guays, y mis amigos pertenecen al grupo de los «guays» por lo que no tuve ningún problema en sentarme con ellos.

Las clases al principio me costaron un poco, entre que es todo en un idioma diferente y la forma que tienen de dar clase, pero ahora ya estoy acostumbrado.

En el último partido que jugamos en casa vinieron más de 300 personas del instituto, en un colegio de más o menos 500 personas. Lo mejor fue cuando en el último minuto le di a mi hermano el pase para que marcara el gol de la victoria, y ver de repente a 300 personas corriendo hacia nosotros dos es algo que difícilmente olvidaré.

Desde ese momento tenemos la familia y yo, cuando cualquiera de los dos marcamos gol, una broma en la que gritamos «US-Spain connection».

Nada podría haber salido mejor; el colegio, la zona, la familia y el equipo de fútbol son perfectos. Nunca me arrepentiré de haber dicho que si cuando mis padres me preguntaron si quería pasar un año en Estados Unidos.

Francisco Rodríguez, Athens, Nueva York.

 

Si quieres tener una experiencia como la de Fran durante el próximo curso 2018/19, contacta con nosotros y te contaremos como hacerla realidad.