Rebeca, estudiante ICES de año escolar en USA 2018/19, cuenta en un periódico local su experiencia en EEUU como estudiante de intercambio.
Rebeca vive con su familia americana en Antelope, California y asiste al Antelope High School. Es una estudiante ejemplar que se ha adaptado rápidamente a la vida americana y que ¡ya ha recibido un premio de estudios de su instituto!.
Está viviendo una gran experiencia en EEUU y ha querido compartir su historia con su comunidad en el periódico local de Antelope:
«Mientras caminaba a través de las puertas, los gritos de la multitud rugiendo se intensificaron. Sus uniformes rojos, negros y blancos me recordaron al célebre Múscial «High School». Con amables caras y palabras me asaltaban con cortesía y muchas personas me preguntaban: «Oye, ¿de dónde eres?» Las luces brillantes iluminando el gimnasio mientras sonaba una ruidosa música me hizo preguntarme si se trataba de una reunión Escolar o de una Fiesta.
En octubre de 2017 fue cuando finalmente decidí tomar la decisión más importante de mi vida. Anteriormente había estado pensando en venir a Estados Unidos, pero tenía mucho miedo de dar ese gran salto, temía que me separaran de mi familia durante 10 meses, pero mi madre me dio la fuerza para hacerlo.
No fue hasta que me subí al avión cuando empecé a pensar en mi decisión de pasar 10 meses aquí en Estados Unidos. Me di cuenta de que no sabía mucho sobre este país. Las cosas que conocía eran las que cuentan las películas, como si todos los estadounidenses comieran siempre comida basura y que estuvieran locos por el fútbol. Ni siquiera sabía qué esperar del High School. ¿Iban a tener la chica mala popular estereotipada? ¿O todas las animadoras iban a salir con alguien del equipo de fútbol?
Estaba nerviosa y muy perdida el primer día de clase. No estaba segura de lo fácil o rápido que sería hacer amigos aquí. Por alguna razón pensé que la gente no iba a ser amable conmigo. Para mi sorpresa, la gente era muy acogedora, emocionada y curiosa al ver a una estudiante de intercambio español como yo. Me sorprendió y me complació ver cuánta diversidad tiene un instituto americano en comparación con los de España, donde la diversidad en las escuelas es casi inexistente.
Lo que es muy extraño pero interesante para mí es cómo los institutos son tan diferentes entre EEUU y España. Por ejemplo, en España tienes una clase para todas tus materias, lo que significa que los profesores son los que rotan de una clase a otra. Otra diferencia es que en España, la jornada escolar es más larga. En mi instituto español comenzaría a las 9 a.m. y terminaría a las 5 p.m. Aquí los días escolares son mucho más cortos, lo cual es de agradecer.
Aprecio el interés que tienen los estadounidenses en conocerme a mí y a mi cultura. Me gusta responder preguntas divertidas como «¿Qué idioma hablan los españoles?» «¿Está España en Europa o en África?» O «¿Alguna vez has tenido In N’ Out? «
Uno de mis primeros recuerdos al llegar fue la primera vez que entré en una tienda de comestibles estadounidense. ¡Oh Dios! Me quedé impactada. Lo primero que pensé fue: «tenéis como 1000 tipos diferentes de helados, zumos, refrescos…» Ese día aprendí muchas cosas. A los americanos les gusta comer Eggos, que pensé que eran huevos, pero aparentemente son gofres.
Mi viaje aquí ya ha sido increíble y lleno de nuevos amigos y experiencias. No puedo esperar a ver qué más cosas tiene América para mí.»
Artículo original del periódico local de Antilope:
«A s I walked through the double doors, screams of the roaring crowd intensified. The red, black and white cheer uniforms reminded me of “High School Musical”. Kind faces and words were almost attacking me with politeness and millions of people asking, “Hey, where are you from?” The bright lights shining above, light up the gym as the boisterous music made me question if this was a high school rally or a party.
October of 2017 was when I finally decided to make the biggest decision of my life. I had previously been thinking about coming to America, but I was too afraid to take that big jump, scared of being separated from my family for 10 months, but my mom gave me the strength to do it.
It wasn’t until I got on the plane that I started overthinking my choice to spend 10 months here in America. I realized that I didn’t know much about this country. The things I knew about it were what the movies portrayed, like all Americans eat junk food all the time and that they are crazy about football. I didn’t even know what to expect about high schools here. Were they going to have the stereotypical popular mean girl? Or were all cheerleaders going to date someone from the football team?
I was nervous and very lost on the first day of school. I wasn’t sure how easy or fast I would be able to make friends here. For some reason I thought people were going to be rude to me.
To my surprise, people were very welcoming, excited and curious to see a Spanish exchange student like me. I was surprised and pleased to see how much diversity the school has in comparison to those in Spain, where diversity in schools is almost non-existent.What is very weird but interesting to me is how the schools are so different between the U.S. and Spain. For example, in Spain you have one class for all of your subjects, which means that teachers are the ones rotating in the school from class to class. Another difference is that in Spain, school days are longer. In my old school I would start at 9 a.m. and end at 5 p.m. versus in America school days are much shorter, which I’m very thankful for.
I appreciate the interest that American people have in getting to know about me and my culture. I am happy to answer funny questions such as “What language do Spanish people speak?” “Is Spain in Europe or Africa?” Or “Have you ever had In N’ Out?”.
One of my first memories being here was the first time I went to an American grocery store. Oh god! I was shocked. My first thought was “You guys over here have like 1000 different types of ice-creams, juices, sodas…” That day I learned many things. You Americans like to eat Eggos, which I thought were eggs but apparently they’re waffles. My journey here has already been amazing, and full of new friends and experiences. I can’t wait to see what more things America has for me.»